que no sos para nada mi tipo, me tenés hecha una sopa. Nunca te he mordido las caderas y sin embargo podría jurarte que recuerdo cómo saben. Doy vueltas alrederor tuyo con las excusas más improbables que he escuchado. Quiero grabarme los contornos de tu cuerpo en las manos para ver si dejo de cogerme a otras cuando me asalta de improviso ese antojo irrefrenable de besarte el cuello.
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