A veces siento que el aire se me vuelve miel. Estiro los brazos para intentar abrirme espacio en medio de esta sustancia densa, tratando de controlar el pánico que me produce el ahogo. Pero con cada movimiento me enredo más en la melaza, entonces conjuro a las diosas primitivas que me habitan y desciende una lluvia ácida. Sabe a menta y hierbabuena esta agua y corta de cuajo la viscosa pasta que me impedía respirar. Tomo dos mitades de limón ácido y me froto la piel que ahora se siente fresca y libre.
Quiero tomar impulso y saltar sin pensarlo, sentir la caída libre del vacío.
Quiero tomar impulso y saltar sin pensarlo, sentir la caída libre del vacío.
0 comentarios:
Publicar un comentario