En el país de lo improbable donde el orejón es rey, la organización social se está contagiando más rápido que los piojos cuando una está en tercer grado de la escuela. Y sin querer queriendo en cada salón comunal nos estamos trayendo al suelo esa imagencita pre-fabricada de la supuesta idiosincracia tica valeverguista-porta mí. De sobra sé que soy una optimista incurable, pero las circunstancias ameritan al menos un bailecito del triunfo privado, en el espíritu de todas aquellas personas a las que nos robaron mucho más que el 1%. Pienso en toda esta movida de gente que se reúne por cantones para planear como quitarle la chupeta al rey y la única palabra que se me viene a la mente es: Karma. Porque por andar jugando de matones del barrio y aplicando la ley de "la bola es mía" se les alborotó el hormiguero. A todas las estrellas que llevaron el abuso a límites suficientes para que la gente se organizara: muchas gracias!
miércoles, 16 de mayo de 2007
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1 comentarios:
Chapéu!
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